Mantenimiento pedales Shimano Spd

Mantenimiento pedales Shimano Spd

En todas mis bicicletas de montaña llevo pedales shimano, 520, 540 o Xt con más de cuatro años de antigüedad el par más nuevo de todos los que utilizo.

Pues bien, de siempre se ha dicho que los pedales Shimano no necesitan casi mantenimiento y aquí voy a intentar exponer que es lo para mí significa ese “casi”.

Mantenimiento habitual

Esta es la parte fácil, rápida y sencilla pero no por ello menos importante ni necesaria. Con cada limpieza de la bicicleta es importante quitar todos los restos de polvo o barro de los pedales con agua a presión, secarlos completamente y aplicar sobre la zona de los muelles y puntos de giro de las fijaciones algún tipo de lubricante con base de ceras, teflón o silicona para evitar crujidos, aumentar la duración y mitigar la acumulación de polvo en los pedales.

Mantenimiento periódico

Este es el mantenimiento más específico que de vez en cuando hay que hacer para evitar que se produzca un desgaste prematuro de los rodamientos y con ello aparezcan las tan temidas holguras. Este mantenimiento pasa por renovar la grasa de los rodamientos externos y a continuación paso a describir el método que yo empleo para realizarlo.

  1. Desmonto el pedal de la bicicleta y lo coloco en el tornillo de banco (no hay que apretarlo como si la vida nos fuese en ello) para poder trabajar adecuadamente sobre el.

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  1. Sobre el cuerpo del pedal hay una flecha que nos indica la dirección de apriete de la tuerca que fija el rodamiento que con una llave plana (Creo que de 16 o 17) aflojaremos.

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En el caso de los spd-520 (el modelo más básico de los tres que yo utilizo) esta tuerca es de plástico, hay que utilizar un alicate o mordaza para aflojarla y hay que hacerlo con cuidado para que no se deteriore la tuerca.

  1. Una vez que la tuerca se haya aflojado del todo ya ha quedado liberado el núcleo del pedal y podemos separarlo del cuerpo exterior.

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  1. Con un trapo limpiamos bien todos los restos de grasa y suciedad tanto del cuerpo del pedal como del núcleo. Hasta donde lleguemos con el trapo y nada más, no es necesario hacer uso de desengrasantes ni sobre todo agua ya que cualquier resto de estos que pudiera quedar en el interior del pedal tras montarlo podría llegar a deteriorarlo prematuramente.

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  1. Rellenamos el alojamiento del núcleo con grasa limpia aproximadamente hasta donde se termina la rosca tal y como se puede ver en la siguiente imagen.

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  1. Introducimos de nuevo el núcleo en el alojamiento y comenzamos a roscarlo. Es muy importante que las primeras vueltas de la tuerca se realicen a mano ya que tiene que entrar de forma suave, si la forzáramos con una llave podríamos llegar a romper los filetes de la rosca y con ello tener que comprar un par de pedales nuevos. Entre la tuerca y el eje del pedal tiene que empezar a salir grasa tal y como podemos ver en la imagen.

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  1. Poco a poco y a medida que vamos apretando el núcleo la grasa nueva que hemos introducido va desplazando a la vieja que había dentro del rodamiento y haciendo el cierre entre el eje y la tuerca. Según vamos dando vueltas a la tuerca, aplicar un poco de grasa sobre los filetes de la misma nos ayudará a que esta sea más fácil de desmontar la próxima vez.

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  1. El apriete final tiene que ser firme, pero con cuidado, que la tuerca es de aluminio y es fácil de deformar (No me atrevo a dar una cifra en N/m pero supongo que la cosa irá entre 8 y 10)

  2. Terminamos de ensuciar el trapo que hemos empleado antes y ya está¡¡¡

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No me atrevo a decir la frecuencia con la que es necesario hacer este mantenimiento, yo lo hago un par de veces al año aproximadamente.