Hace unos meses hice un artículo sobre las ventajas e inconvenientes de usar la mezcla casera a base de látex como líquido sellante en neumáticos tubeless de la bicicleta de montaña. Habitualmente compro las cubiertas en www.cubiertasmtb.com y para el caso de las maxxis el fabricante recomienda usar blackseal como líquido sellante.
Pues bien, nunca sabes si esta recomendación está justificada para garantizar un correcto funcionamiento de la cubierta o simplemente por el beneficio económico del fabricante.
En todas mis bicicletas de montaña llevo pedales shimano, 520, 540 o Xt con más de cuatro años de antigüedad el par más nuevo de todos los que utilizo.
Pues bien, de siempre se ha dicho que los pedales Shimano no necesitan casi mantenimiento y aquí voy a intentar exponer que es lo para mí significa ese “casi”.
Mantenimiento habitual Esta es la parte fácil, rápida y sencilla pero no por ello menos importante ni necesaria.
Después de varios años empleando líquido anti-pinchazos en las ruedas de la bicicleta estas son las conclusiones a las que he llegado.
En ningún momento voy a poner en duda el funcionamiento de los líquidos comerciales ya que es complicado que aguante en el mercado algo que no sirve para lo que ha sido concebido. El problema está básicamente en el precio. Aproximadamente, para la rueda de una bicicleta de montaña habrá que gastarse unos 6€ en los 100 ml que se necesitan.
Es un poco tarde para hablar de las ventajas de usar neumáticos tubeless en nuestras bicicletas de montaña ya que ha sido un tema de los más comentados durante los últimos años. Personalmente, prefiero usar una cubierta tubeless al tradicional conjunto de cubierta y cámara, pero no todo son bondades, aunque cuando se trabaja con ellas en el taller y con medios adecuados la vida es bella, una vez que nos metemos en ruta presentan dos grandes inconvenientes.
Otro día que toca volver a casa antes de hora por culpa de una avería mecánica, hoy le ha tocado al cambio trasero, al intentar subir piñones me he encontrado con que la palanca no responde y se ha quedado así.
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La cosa no pinta bien, puedo bajar piñones pero no es posible subirlos, de forma que me pongo a desmontar el pulsador sin perder la fe en que haya sido un muelle que se haya salido del alojamiento o una avería similar de fácil reparación.
Esta es la segunda vez que tengo que volver a casa andando por una avería en la bicicleta (En la primera la rueda delantera se quedó como un ocho tras una caída y pegaba en las botellas de la horquilla).
Subiendo una pronunciada pendiente los pedales se han quedado “locos” y han dejado de mover la rueda. He tenido suerte puesto que, no me he caído y no he terminado con los dientes en el manillar.
La patilla del cambio es una de las piezas más olvidadas de la bici pero con una función importantísima. Del conjunto cuadro, cambio y patilla, esta última es el elemento más débil (y barato) de forma que ante una caída o piedra en el camino que golpee el cambio se partirá, evitando con ello que se produzcan daños más serios en el cuadro.
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Es una avería relativamente común partir la patilla del cambio.
Como una imagen vale más que mil palabras y para una imagen, mejor un vídeo, aquí una muestra de con una rueda con más de diez pinchazos se puede circular tan ricamente. Refresca la página si no puedes ver el vídeo.
Cada mancha negra es un pinchazo por el que va supurando el “moco” que lleva para sellar los agujeros. A pesar de llevar más de diez pinchazos y no haber rellenado líquido en más de cuatro meses, la rueda va como una seda y sólo requiere inflarla una vez al mes.
